Cómo ganarse la confianza de los demás por medio de los problemas.

Desde pequeños, nuestro deseo es agradar a las personas que nos rodean, que nos consideren sus amigos, y que confien en nosotros, de hecho, muchas personas no soportan la idea de llevarse mal siquiera con un desconocido. Por eso, con el paso de los años vamos pensando formas de acercarnos a los demás, vistiendo como ellos, hablando como ellos, leyendo las mismas cosas, interesandonos por los mismos temas, y todo ésto para estar más unidos a las personas que nos gusta tener cerca.

Sin embargo, hay ocasiones en las que acercarse a otra persona se hace una misión imposible, ya sea porque sus gustos son totalmente distintos, porque en el pasado pasó algo entre esa persona y tú, o porque simplemente se llevó una mala primera impresión tuya y desde entonces no puede ni verte. ¿La solución? Aunque parezca increible, la solución está en los problemas. Sí.. tanto en tus problemas como en los problemas de la persona de quien te quieres ganar su confianza.

Entonces, ¿qué hacer cuando queremos ganarnos la confianza de una persona? Tenemos dos opciones.

1.Intentar que nos cuente sus problemas. Está demostrado que cuando una persona le cuenta los problemas a otra, el vínculo que tiene con esa persona aumenta, también aumenta su confianza, y como consecuencia, hay un acercamiento entre ambas partes. Aunque esta opción es muy eficaz, puede resultar bastante dificil ya que si no eres una persona hábil no podrás hacer que otra persona te cuente sus problemas de una manera tan fácil. Así que recurrimos a la segunda opción.

2.Contarle nuestros problemas. Ese vínculo del que hablabamos antes es recíproco, es decir, cuando alguien cuenta sus problemas se unen más las dos personas, y.. aunque  es verdad que la persona que aumenta su confianza en la otra es la que cuenta sus problemas, ésto tiene también su función inversa, cuando le contamos nuestros problemas a los demás, es más fácil que al final nos acaben contando también los suyos, porque la confianza genera confianza, así, de ésta forma llegaremos a la opción 1.

Evidentemente tenemos que tener mucho cuidado con esto, ya que contarle nuestros problemas a algunas personas puede acabar siendo un grave error en algunos casos, al igual que puede acabar en fracaso total el intentar convencer a alguien de que te cuente sus problemas; pero.. si somos pacientes y lo hacemos con tacto, seguro que obtenemos resultados.

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