Los tres estados de observación.

Si nos gusta analizar los gestos de las personas, debemos tener en cuenta que una misma persona puede comportarse de varias formas distintas dependiendo de las circunstancias, en concreto se puede comportar de tres formas distintas:

En nuestro primer día de trabajo actuamos como si estuvieramos siendo observados.

Siendo observada: La persona sabe con total seguridad que alguien la está observando, así que se comportará y hará gestos y posturas de forma forzada, no naturales. Esto ocurre en varias situaciones, por ejemplo cuando alguien entra en su primer día de trabajo o cuando su jefe está cerca se comportará como si hiciera mucho trabajo y tuviese mucho que hacer, o durante el cortejo, el hombre o la mujer se comportará de la forma más apropiada para gustarle a la otra persona.

Probablemente siendo observada: Este comportamiento lo tiene la persona que sabe que aunque parece que no haya nadie mirandola directamente, existe la posibilidad de que alguien la observe en un determinado momento o alguien pueda estar observandola sin que ella tenga constancia. Ejemplos de personas que se sienten probablemente observadas son una chica que camina por una calle vacía pero que sabe que alguien podría estar mirandola desde una ventana, o una mujer que está en un mercado donde cada uno está atento a sus cosas pero alguien podría mirarla en un determinado momento.

Solo cuando estamos a solas nos comportamos de forma natural.

No siendo observada: Esta forma de comportarse la tienen las personas que creen que están absolutamente a solas o que no es probable que nadie las mire, por ejemplo los conductores a menudo se comportan de esta manera, ya que al estar en el vehículo lo perciben como un espacio personal y por ello se comportan de forma más natural (y a veces desde el vehiculo de al lado vemos como el otro conductor se está urgando la nariz pensando que no está siendo observado). Las personas también se comportan de forma «no siendo observadas» cuando están con alguien con quien tienen mucha confianza, como por ejemplo con amigos muy allegados o con su pareja.

En definitiva, lo que queremos decir que es al observar a una persona debemos tener mucho cuidado a la hora de interpretar los gestos y el lenguaje corporal, ya que una persona que crea que está siendo observada no se comportará igual que si pensara que probablemente alguien la mirará, pero sobre todo, si de verdad queremos saber cómo es una persona, tendremos que observarla cuando esté en el estado de «no siendo observada», ya que es solo en ese estado en el que las personas se comportan de manera natural, siendo ellas mismas.

Imágenes:  Photoxpress

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